El agua marina y sus olas gracias al efecto de movimiento sobre nuestro cuerpo, producen un masaje que mejora desde problemas dermatológicos hasta los problemas circulatorios y la celulitis. Esto sumado a una controlada exposición al sol (helioterapia), genera grandes beneficios como la acción bactericida y antiséptica.
Ahora bien, el clima es un factor importante, pues sumergirnos en aguas a temperatura entre 10 y 20 grados y luego sentir la pureza del aire y la humedad, favorecen la circulación.
Finalmente, cubrir nuestro cuerpo con arena o tomar baños de arena (psamoterapia) aumenta nuestra temperatura corporal (50 grados) la cual genera una sudoración activa sin producir enfriamiento, pues el papel de la arena es absorber la humendad. Se recomienda un tipo de arena de grano fino y seco que no maltrate la piel. Estos son algunos beneficios de la Talasoterapia: como analgésico, en problemas dermatológicos y en algunos problemas del sistema circulatorio y respiratorio.