cortesia |
• No te saltes el desayuno
Es un error pensar que si “guardas espacio” vas a poder comer más en la "cena de gracias", ya que llegar con excesivo apetito a ésta, te hará perder la capacidad de discernir las cantidades que comerás. Lo ideal es tomar un desayuno liviano, cereal con leche descremada o un plato de frutas con yogur bajo en grasa.
• Haz sabias elecciones
Hay alimentos que puedes disfrutar todo el año, mientras que otros son específicos de esta festividad. Dale prioridad a los platillos especiales y sírvete menos cantidad del resto de alimentos.
Una buena idea es comenzar por la ensalada. De esta forma, no llegarás tan hambriento(a) al resto de platillos y tendrás una mayor capacidad de moderarte.
• Come despacio
Masticar despacio y saborear cada bocado, te permitirá disfrutar más cada platillo y distinguir cuando ya estés saciada(o).
• Controla tus porciones y ¡No repitas!
No necesitas comer grandes cantidades de un platillo para satisfacer tu antojo. Sírvete cantidades moderadas y disfruta al probar de todo un poco. Planifica desde un inicio cuánto comerás y sírvete una sola vez.
Las bebidas alcohólicas son altas en calorías. Disfruta una copa de vino y luego cámbiate a una soda de dieta.
• Ejercítate
En estos días de festividades, usualmente dejamos de lado nuestra rutina de ejercicios. Haz un tiempo para ejercitarte la mayoría de días de la semana. Incluso puedes proponerle a tu familia tomar una caminata luego de comer, antes de tomar el postre de Acción de Gracias.
• Plantéate metas realistas.