Nuestro organismo utiliza los alimentos para producir energía de la misma forma que se produce energía y calor al quemarse la leña de una chimenea. En ambos procesos se quema oxigeno y a esto lo denominamos “oxidación”. En la chimenea, después de quemarse la leña queda como residuo la ceniza y dentro de las células de nuestro organismo lo que queda son los radicales libres. Se trata de moléculas con una característica especial que las hacen ser muy reactivas y dañinas, pues disminuyen el sistema inmune y cambian la conformación genética. Nuestro organismo está luchando contra los radicales libres cada momento del día. El problema para nuestra salud se produce cuando nuestro organismo tiene que soportar un exceso de radiales libres durante años.
¿Cómo se neutraliza su efecto dañino?
Ya que los radicales libres son tan dañinos para el organismo la naturaleza ha diseñado un sistema para neutralizarlos. Se producen dentro de la célula sustancias denominadas “antioxidantes” que son las encargadas de convertir a los radicales libres en moléculas que ya no son dañinas. Los antioxidantes no solo se producen dentro de la célula sino que también pueden ser ingeridos en la alimentación. Los alimentos más ricos en antioxidantes son las frutas y las verduras crudas. La cantidad de antioxidantes que es capaz de producir la célula depende de la edad del individuo, de la calidad de alimentos que consume, de las características genéticas del mismo y de otros factores como por ejemplo el estrés.
Existen dos tipos de radicales libres:
Los internos:
El ejercicio muy intenso, el estréss, los propios del metabolismo.
Los externos:
Una mala dieta (mala alimentación), el consumo de tabaco y alcohol, los medicamentos, la contaminación, el exceso de exposición solar.
Algunos sintomas:
Envejecimiento, problemas en el sistema cardiovascular, problemas en el sistema nervioso.
Es importante conocer cuales son los productos naturales relacionados con la acción antioxidante y por consiguiente protectores de las membranas celulares de nuestro cuerpo: Aceite de zanahoria (alto en vitamina A), levadura de selenio, germen de trigo, Vitamina E, C, Beta carotenos
Fuente: Werner Ulrich